La Copa Intercontinental entró en la cuenta regresiva. El debut de las competencias será el día viernes 16 de febrero cuando patinen la pista del Aldo Cantoni, a las 19hs, las pocitanas de Aberastain y las asturianas del Telecable.
Para ese momento, las Naranjas de Pocito llevan adelante una intensa preparación y puesta a punto. Y en ese sentido, el equipo de Mauricio Galdeano cuenta en sus filas con una de las arqueras campeonas del mundo, pero también, una de las pocas jugadoras que ya ha disputado la única Copa Intercontinental que se jugó en el 2018 y que ganó con Concepción, Anabella Flores.
Con el recuerdo fresco de su victoria en la Copa Intercontinental de 2018 con el equipo de Concepción, Anabella Flores se prepara para hacer historia una vez más. “El recuerdo más lindo de la Copa Intercontinental 2018 es el Cantoni explotado. Primera vez en mi vida q veía tanta gente en un estadio” y agrega la campeona del mundo que lo que más le sorprendió en ese momento fue que “toda la gente de San Juan, fuera el equipo que fuera, alentaba a Concepción”.
Aquel 17 de diciembre, Concepción venció en la final al equipo gijonés, Teleclable, y coincidentemente, el próximo viernes 16, bajo los tres palos del arco pocitano, se jugarán la clasificación frente al mismo equipo.
En esta nueva edición del torneo, Flores aporta su experiencia y sabiduría a sus compañeras “a las chicas les digo siempre que disfruten, que tenemos que estar unidas, pero también que no se achiquen, que jueguen como ellas saben”.
Reconoce la arquera que no “todos tienen la oportunidad de vivirlo dos veces. Por lo que me siento feliz, lo vivo con mucha alegría, y el compromiso de siempre”.
Consultada sobre cómo están trabajando en la preparación, Flores explicó que “entrenamos duro, todos los días, no hemos tenido descanso” y aseguró que “vamos a dar lo máximo y lo mejor para dejar al club en lo más alto”.
Con la mente enfocada en la victoria Anabella Flores y el Deportivo Aberastain se preparan para escribir un nuevo capítulo en su historia deportiva en la catedral del hockey sobre patines, el Aldo Cantoni.